lunes, 7 de julio de 2008

Ensayo sobre “La educación encierra un tesoro”

Ensayo sobre “La educación encierra un tesoro” [1]

En el presente ensayo, quiero dar a conocer mi opinión acerca del texto “La educación encierra un tesoro”, pero más que hablar del informe leído, me gustaría exponer mi opinión acerca de los cambios que debería experimentar la educación en el siglo XXI.

La educación es uno de los procesos más trascendentales para el progreso de la sociedad. Ésta, como la mayoría de la personas piensa, no consiste solo en aprender a hablar, leer, escribir y sumar, sino que es un concepto mucho más amplio y complejo; su función esencial es el desarrollo continuo de las personas y las sociedades. La primera educación que recibimos viene de nuestra familia, y ésta es considerada primordial y básica, pues son ellos los que ponen el primer ladrillo para construir este gran edificio que marcará nuestro futuro. Los padres de familia tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho de elegir la institución que a ellos más les acomode dependiendo de sus creencias, ideales y convicciones. Es aquí donde me quiero detener, en la participación de los colegios en la enseñanza y formación de los jóvenes del futuro.

La educación a nivel mundial ha debido experimentar cambios importantes en lo que se refiere a metodología de enseñanza, estos cambios han sido necesarios ya que la educación debe adaptarse a los cambios tecnológicos y comunicacionales de un sistema cada vez más globalizado. Si bien los principios básicos de la educación deben permanecer, deben adaptarse los medios de transmisión de estos principios integrando cada día más la tecnología comunicacional disponible.

Uno de los problemas que presenta la educación es la implementación de las nuevas tecnologías, ya que los encargados de educar pertenecen a una generación formada de una manera distinta, con medios distintos a los de sus educandos; Tal vez la brecha generacional - en lo que a tecnología se refiere - sea menor en la medida que el tiempo transcurre, ya que la velocidad del cambio tecnológico es cada vez mayor, por cuanto la brecha entre los elementos tecnológicos utilizados por los educadores son similares a los de sus educandos.

Desde el siglo XVI al siglo XX el desarrollo de las clases era en un espacio físico donde existían libros, pizarra, lápices, un profesor y un grupo de alumnos; En este ambiente el proceso de enseñanza-aprendizaje siempre era el mismo: el profesor transmite conocimientos de una materia específica y luego evalúa esos conocimientos a través de un examen escrito, entonces la experiencia formativa del alumno era: escuchar, memorizar, repetición y demostración (del ‘qué’ y del ‘por qué’); Pero ya adentrados en el siglo XXI, ese proceso de memorizar y repetir ya no es válido. Ahora los educadores deben adaptarse a nuevos tiempos, ya no basta solo que el alumno reciba formación del tipo cognitiva para tener buenos resultados en un examen, sino que ahora la educación que entregan los colegios también debe formar a una persona completa y entregarles una formación integral para que puedan desenvolverse dentro de la sociedad en la que estamos viviendo. El colegio es el que debe entregar las bases para que el alumno escoja su propio destino.

Como ya mencioné anteriormente, el aprendizaje es un proceso continuo donde no solo la escuela es la encargada de educarnos, sino también en este proceso actúa la familia, la comunidad en la que vivimos y en términos más grandes: la sociedad mundial. Para que la educación pueda cumplir todos sus objetivos, debe estructurarse en torno a 4 pilares de aprendizaje.

  • Aprender a conocer: el colegio y la universidad son los encargados de entregarnos conocimientos específicos, esto despierta en los jóvenes la necesidad de especializarse en algún tema concreto, pero no debemos excluir la cultura general. Debemos “aprender a aprender” para hacer uso de ambas tendencias simultáneamente.

  • Aprender a hacer: en esta etapa es donde debemos poner en práctica todos los conocimientos adquiridos en el proceso anterior, porque “aprender” no se trata solo de poder repetir la definición de un concepto de memoria, sino, aplicar lo aprendido en nuestra vida cotidiana.

  • Aprender a vivir juntos: para aprender a vivir en comunidad, debemos - primero que todo - aprender a conocernos a nosotros mismos, saber cuales son nuestras fortalezas y debilidades, conocer nuestras habilidades y nuestros límites, solo así podremos ponernos en el lugar de los demás. La escuela y la familia deben enseñar al niño o joven a convivir y respetar las distintas culturas y formas de vida que existen. Es por esto que los colegios deberían iniciar las actividades de inserción de los alumnos a la sociedad desde muy temprano, para que éstos vayan tomando conciencia del entorno que los rodea.

  • Aprender a ser: A través de todo nuestro proceso de aprendizaje debemos ir formando nuestra propia personalidad, forjando un pensamiento autónomo, para tener claros nuestros ideales y ser dueños de nuestro propio futuro.

Estos cuatros pilares en conjunto, deberían ser el patrón de educación que toda persona deber seguir a lo largo de su vida, para obtener una construcción constante de su propia persona y de sus aptitudes, para forjar su carácter e intelecto y lograr llegar a un razonamiento autónomo que nos permita alcanzar la capacidad de juicio y de acción y lo que es más importante, la soberanía personal.



[1] Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación en el siglo XXI, presidida por Jacques Delors.

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